Tan tacaño

Tan tacaño

Había un sujeto tan, pero tan tacaño que, cuando pasó con su esposa por una pastelería y ella le dijo:
-¡Qué bien huele!
Él le contestó:
-Si quieres pasamos otra vez.

Comparte si te ha gustado

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *